Una errática Cultural compite hasta el final y deberá remontar en Palma

Igual que ha habido otros muchos días donde todo carburaba como una máquina perfecta, esta vez no fue el mejor partido de la Cultural. Pero, incluso en este escenario, los de Luis Castillo no dejaron de competir hasta el último minuto y convirtieron una renta de 18 puntos en tan solo seis de diferencia al final para dejarlo todo vivo de cara a la vuelta (64-70).

La figura de Spencer y la efectividad en el triple fueron, quizás, los dos principales detalles que decantaron la balanza a favor de los visitantes en un Palacio desquiciado en todo momento por el arbitraje.

Ahora, los leoneses apurarán sus opciones en el feudo balear, donde intentarán seguir elevando su techo competitivo para pelear por el ascenso hasta el final.

Aun sin Fares Ochi en la convocatoria -el tunecino apurará para intentar llegar a la vuelta-, el quinteto inicial elegido por Luis Castillo fue el mismo que ante Benicarló como premio tras la superioridad mostrada en la eliminatoria.

En un Palacio hasta la bandera, algo ya habitual, pero no por ello menos importante, Cultural y Palma salieron intensos al partido, aunque ambos sin una efectividad destacable, merced también a la buena labor de las defensas. Okafor encabezó el casillero en el inicio con cuatro puntos que sirvieron a los locales para adelantarse (7-6).

Sin embargo, los de Luis Castillo, más irregulares a causa del nerviosismo notable, combinaron algunos errores defensivos con otras acciones de mérito en el marcaje y fue la eficacia final de Fibwi Palma lo que provocó que los visitantes cerraran el primer parcial por delante (11-15).

Tampoco estaba siendo la mejor tarde del cuadro leonés en cuanto a efectividad, con fallos poco habituales desde el perímetro. Esto, sumado a que Palma logró imponerse en el rebote durante el inicio del segundo cuarto, se tradujo en un parcial 0-9 para empezar a abrir brecha (11-19).

Berthold intentó imponer su ley bajo canasta para liderar a la Cultural en defensa, pero los fallos se sucedieron en ataque, lo que mantenía el duelo en tanteadores muy escasos y siempre favorables a los visitantes (15-25). En medio de una situación de máximo enfado de la afición por las decisiones arbitrales, Luis Castillo se vio obligado a parar el partido para ajustar a su equipo.

Las estadísticas marcaban una efectividad del 24% en tiros totales de los leoneses, con un único triple anotado de los diez intentados y hasta siete pérdidas de balón. Estas cifras distaban mucho de las vistas en anteriores partidos y el cuadro culturalista debía cambiar para reengancharse al encuentro (18-31).

Spencer, mientras tanto, se convirtió en una auténtica pesadilla en cada ataque balear y se fue al descanso con trece puntos, haciendo gala de su máxima efectividad y convirtiendo el juego anterior en una fórmula de éxito para los visitantes. De poder irse quince por debajo, la Cultural consiguió recortar la desventaja a once puntos con dos canastas en el último minuto de la primera mitad (24-35).

El inicio del segundo acto estuvo marcado de nuevo por las defensas y prueba de ello fue que ambos equipos agotaron de forma consecutiva dos posesiones sin lanzar a canasta. En cuanto a la efectividad ofensiva, los de Luis Castillo regresaron de vestuarios más afinados para acortar la distancia a los ocho puntos (32-40).

Todavía quedaba mucho por hacer, pero las sensaciones eran distintas y Palma solicitó un tiempo muerto. El atisbo de remontada se diluyó ante la aparición nuevamente de Spencer, que volvió a erigirse en el principal verdugo culturalista con dos triples consecutivos para devolver la renta a once puntos. A su festival individual se unió Jorge Martínez, ex de Ciudad de Ponferrada, para hacer la distancia aún mayor (35-49).

La circulación en ataque de la Cultural había mejorado en el segundo tiempo, pero para acercarse en el marcador era imprescindible afinarse desde el perímetro, algo que no conseguían los leoneses. Era, quizás, el mayor debe junto al rebote defensivo, donde el cuadro balear estaba muy cómodo.

A falta de diez minutos, la distancia era de trece puntos, pero, lejos de la reacción culturalista, Fibwi Palma siguió mostrándose superior hasta llegar a encontrar su máxima renta de 18 puntos (47-65). Era uno de esos días donde nada salía para la Cultural.

Isaac Vázquez intentó echarse a las espaldas al equipo y se postuló como el máximo anotador con dieciséis puntos ante un Palacio más encendido que nunca por el arbitraje. Nunca es tarde para reaccionar y el equipo, que si por algo se ha caracterizado siempre es por pelear hasta el último minuto, atravesó su mejor tramo en el último cuarto para conseguir que las gradas transformaran su enfado en gritos de ánimo hasta formar una comunión perfecta.

El conjunto de Luis Castillo logró desactivar a Palma por primera vez en el partido y certificó un importantísimo parcial 14-1 para, al menos, dejar a la Cultural mucho más cerca en la eliminatoria (64-70). Todo por decidir en la isla.